En 1989 la quesería Castelo de Brañas decide recuperar la producción de un tipo de queso que se encontraba abocado a la desaparición.
Esta pequeña empresa familiar obtiene su mayor satisfacción logrando, no solo recuperar la producción del queso de O Cebreiro, sino consiguiendo el reconocimiento a su calidad a través de la creación de la Denominación de Origen Protegida Cebreiro.
Castelo de Brañas apostó por la elaboración de un único formato de queso, Queixo do Cebreiro, algo que han mantenido a lo largo de sus veinticinco años de historia. El queso de O Cebreiro destaca por la singularidad de su forma, su textura y su sabor, una singularidad por la que no se entendería una producción a gran escala, sino que se ha mantenido la idea de elaborar un producto artesanal en pequeñas cantidades manteniendo la esencia original con la que surgió este tipo de queso.